viernes, 26 de octubre de 2007

Cristal


La voz de Sergio se apaga.
Paralizada en la sección de vinos
quiero caerme.
¿Cuánto tiempo habré estado aquí
llorando?
Ayer también lloré,
en su cuello,
tal vez le mojé y durante un instante fui lluvia.
Lambrusco y cervezas,
3 cajas de 6,
me siento incapaz de sacar las cuentas,
pago con un cadáver, de espaldas.
En el coche
cada movimiento es eco que me atrapa.
Las palabras de Sergio me golpean
como si encerrasen verdades que matan.
Ya no sé hacia dónde ir,
malditas palabras…
No sé hacerlo de otro modo.
Malditas palabras…
No se puede ser tan transparente,
te rompen siempre
.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Bueno va.

Gracias Sergio, por tus consejos, esos de AMIGO crítico sobre mis defectos, que aunque a veces jodan, son sinceros.Y por si aún no está claro, hay 3 personajes.

Ñu.

Et vale.