martes, 6 de noviembre de 2007

Te prometí un poema

La Diosa de la Sabiduría ecuánime
Que acabó tensando el arco de Diana junto los ciervos
Por los débiles.
-Pese al incendio entre la peste-
Corazón que amamantó
A los verdaderos hombres

Cuando todo era
Todavía un matriarcado

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Lástima de matriarcado perdido. ¿Qué hubiera sido de nosotros?
Desgraciadamente,nadie lo sabe.
Tu promesa ha sido cumplida y se puede dar por satisfecha.

Sergio dijo...

Era un poco, aprovechando un par de ideas, pero no será el único. Prometo uno más serio...
Un besazo