martes, 25 de diciembre de 2007

Cuerda atrás

Hay unas notas
que ahora cuelgan
de una lámpara de metal
y que suenan
a la infancia
del niño de los huevos de oro.

Los ojos del pájaro
permanecen fijos sobre el negro
y sus alas,
rotas,
inmóviles.

El temor
a que también haya enmudecido
atornilla el sonido
en el recuerdo.

Pero la cuerda,
hipnotizante,
sigue ahí
balanceándose
cada noche.






3 comentarios:

Velocet dijo...

Pa' quien le guste y pa' quien no le guste: Feliz Navidad ;)

Luciérnaga dijo...

Joder, a mí me gusta! y creo que sin la canción no sería lo mismo.

Perdóname porque mi interpretación creo que es totalmente libre,

pero lo que capto me gusta mucho,

y lo que capto es

cómo desde que estamos en la cuna algunos padres hacen esclavos a sus hijos, determinando para ellos lo que consideran un puto futuro de éxito, y que todo niño (esta vez el que llevamos dentro) aunque intente escapar de ese tiempo pasado, se tiene que comer cada noche la hipnótica cuerda que baila ante sus ojos rotos.

Una vez más

F E L I Z

N A V I D A D!!

(pd: ¿qué pasa con nosotros, qué no dormimos nunca??)

Velocet dijo...

Toda interpretación está siempre perdonada, siempre, siempre :)

Lo que pasa es que has interpretado perfectamente (miedo das ^^').

Aunque debo matizar que hay dos vías en el texto. La primera (y con la que surgió la idea) no es otra que la que se ve (aunque no se vea demasiado): un pollito que suena al tirar de la cuerda y que aún guardo... el pobre está ya bastante fastidiaete y ya ni se le mueven los ojos ni las alas, pero aún suena (la canción que está puesta, de hecho ^^); lo tengo desde que nací y... bueno, ya sabes lo que pasa con esas cosas. La segunda (que es con la que has dado) surgía a partir de ésa... digamos que era una forma de aprovecharla :)

:****

Pd: sí que dormimos, pero solemos hacerlo con un ojo entreabierto... por si acaso ^^