viernes, 14 de diciembre de 2007

Para el lector creador

Y al final, todo es tan sencillo. Que de fácil, es lo más difícil: Sentir. Sentir, simplemente eso. No pensar tanto. Fueron unos meses largos, una vida intensa, un espíritu en búsqueda de lo que siempre estuvo ahí. Y sigue siendo así.
Salir de la trampa, tanto pensar que se olvida sentir. Y así, el hacedor que nos forma con la intención de una óptica prefijada, el condicionamiento adquirido con la mirada formada, nos aleja, de nosotros mismos y evita que seamos lo que somos. Todos uno.
Me es preciso, escribir de otra forma, cantar otras poesías. Escribir para mí, por que en mí confío. Ser menos visceral, arrinconar las pasiones regidas por el ego, sentir más, pensar menos. Ser neutral en la distancia justa, la mía propia.
No importa hablar o no de mariposas “Mirada de mariposa, naciendo cielo con cada aleteo”. Pensar que me toca de lejos y que, pese a esto, me dan rabia estas longitudes, estas latitudes…, y querer ser social y hacer por derrocar, bandera de mi ego que ondea por los aires de los demás, el error, de quien se cree mejor que otro, de los que se piensan distintos, y así actúan (quizá sea su karma, y lo otro el mío).
Por mucho que me enfurezca, llevo mucho de eso dentro de mí todavía. Uso coche, pago con dinero, como cago y meo, y gasto agua… O tal vez, conseguir que un escritor, escriba lo que quiere para él, para todos, y no lo que le compran.
Y qué me pienso yo, que debo, que tengo, que dejar de hacerlo.
Todos tenemos ojos. Todos podemos aprender a mirar distinto, desde dentro, no en el afuera. Y cada uno, debe tener sus decisiones propias, apoyadas en lo que sienta y hacer con ello, el pilar más robusto, que lo sujete todo y sobre el que fabrique, su vida. Pero la decisión, es de cada cual. Su particular proceso. De nuevo el pensamiento racional, intentando hacer sentir. Algo que sin embargo, siempre está pasando. No cesa de ocurrir. Sin esforzarse.
El pensamiento racional que intenta ser lo primero, en lugar de aquello que lo forma, el sentir al que intentamos dar explicación. Y al caer en el bucle interminable de los pensamientos, hacer con ellos, lo que nos ocurre. Hechos como lo estamos de agua, forma más bella, más mágica y más común. El milagro de la vida haciéndose realidad.
La dicotomía del pensar, patrón impuesto.
Kant hizo un libro muy gordo sobre la existencia de Dios, y otro igual de largo, sobre su no existencia. Esto sería un ejemplo de la encerrona del pensamiento, la relatividad de la vista ovalada. Del libre albedrío al determinismo. Una evolución para intentar dar sentido, al movimiento que tiene cada cosa. En lugar de sentirla, la vibración que nos conforma y de la que somos parte. La respuesta gatillo, percutor del espacio, que continúa la vibración, y hace mover la grieta.
Hay tanta distancia entre dos átomos, entre un átomo y su electrón, como la amplitud del universo. Además de tanta energía, como la que las aúna como la misma cosa. Y todo está en movimiento, y sólo esta “fijo” al verlo.
Se puede aprender en un día tantas cosas, y olvidarlas al día siguiente para seguir aprendiendo. Esperar a que la mente esté clara, y surja por sí misma la decisión justa y precisa, para continuar en el baile, para sentirse en él…
Podría ser muy larga la sucesión de reflexiones, como la sardina comiéndose, o los monos que aprenden a lavar la fruta en el mar. Todas las posibilidades. Pero existen muchas cosas por sentir, mucho espacio para dar y mucha intención con la que crear. Aquí, no se te enseña a pescar, se le da a uno la caña, y que sienta o que piense o que pesque o lo que quiera.
No sé si habré conseguido que algún amigo, escuche algo más lo que siente. Que alguna amiga sienta más de lo que piensa. Siento, haber dado espacio para eso. Y haber incidido con el grosor de una llama, por que ocurra.

1 comentario:

ovario dijo...

tomemos como punto de partida la contradicción y la oposición para encontrar nuestro punto de inflexión.

Me mola coño!!!( necesitaba ser expresiva)