miércoles, 2 de enero de 2008

Desviación de un asunto serio (I)

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"Estamos hechos de la misma materia que los sueños"
W. S.


I


¿Se acuerda el color de los recuerdos?

Un olor no cambia. Una canción tampoco.

Pero ya no sé aquella disputa,

no sé aquel otro beso,

no sé ese borrado

abrazo sin miedo

ni esa lágrima

hervida en luz

si corresponden a lo vivido o son el recuerdo

de un recuerdo

cuyos colores cambian del papel al labio.

No el temblor,

- que es cierto-, sino la hendidura en las costillas

de ella

es lo que no sé si fue real.
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-¿ Y ?- me dice sin entender. La miro y respondo: -nada, estaba hablando solo.- De fondo canta Ray Charles acompañado de un piano electrizante. Empieza a llover. ¿O fue el lunes?.



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Vuestro,

Viktor Gómez

2 comentarios:

Luciérnaga dijo...

Joder Víktor!!! Me fascina esto que dices... me ha fascinado desde siempre y me sigue fascinando...

Cuando leí el Entenado, de Juan José Saer, subrayé con fosforito y con puntos de exclamación una frase que no he olvidado:

"los recuerdos y los sueños están hechos de la misma materia".

Y a mí me pasa (tal vez porque estoy un poco pirada) que como me acuerdo de todo lo que sueño, a veces confundo sueño con recuerdo, y eso acojona, porque el recuerdo no es más que una realidad pasada.

Me fascina también lo que dice Borges, y lo que repiten algunos críticos, leer en la ficción a personajes que hablan de esa ficción en la que se encuentran nos recuerda nuestro propio carácter ficcticio.

Leí en un libro que tengo entre manos de lingüística (no me preguntes por qué hablan de estas cosas en lingüística) que lo que acojona del Quijote es que sea capaz de hablar de él mismo como personaje, del libro que tú como lector tienes en las manos...

Joder. Me ha encantado este texto, mezcla de diálogo con pensamiento, de ficción con realidad...
En el mismo libro de lingüística decía también la siguiente frase (recogida de un alemán conocido que yo no conocía):

"dónde estamos cuando escuchamos música??"

Eso queda requetebien plasmado en tu texto.

Hasta qué punto esto es real??
Es algo que me apasasiona... (el mito del eterno retorno también. Vease la Invención de Morel, libro acojonante y casi terrorífico del que se puede rascar hasta el infinito.)

Me ha encantado Víktor.

SObre tu comentario de allá... no sabría qué decirte.
Son emociones que siento, supongo, aunque a veces, sí, estén más lejos que cerca de la realidad. Pero por ahora no tengo motivos para lanzarme al mar (Storni). Y seguramente, nunca los tenga. Aunque cojones, siempre lo he dicho, no me faltarían. Si son cojones lo que se tienen cuando se hace eso. Siempre hay algo por lo que no hacerlo. Siempre. Y eso hasta en los momentos más jodidos lo tengo presente.
De todas formas, lo de las tijeras tiene una explicación muy simple. Me corté las uñas con las tijeras de mi madre, y mi madre odia que después de usar las cosas las deje fuera de su sitio. Cuando las guardé en su cajón pensé: Lucía, eres una egoísta. No las guardas ahí porque a mamá le joda no encontrarlas luego. Las guardas porque a ti te jode no encontrarlas luego. Pensé: las guardas ahí para mañana poder encontrarlas. (porque siempre tengo problemas para encontrar tijeras en mi casa.)
Luego lo metí en el poema. y ahora tiene totalmente otro significado, que supongo que subconsciente va acorde con lo que sentía en el momento de escribrir.

No te quejarás de la extensión de mi comentario,eh??
tu entrada me ha dado de qué hablar. de qué pensar. muy bueno.

un beso enorme Vítor!!!

y feliz año!!

con cariño,
Tu lu.

pd: he añadido una cosa a tu entrada, si está mal házmelo saber y lo quito-

muasessssssssss!!

Víktor Gómez Valentinos dijo...

Esta todo perfecto, no quites nada.

Es un comentario denso, a más de largo. A mi me parece genial saber más del cómo para preguntarme menos por qué.

Ya te responderé con tiempo a varias cosillas que dices muy interesantes.

Un beset,

Viktor