miércoles, 23 de enero de 2008

Un poema sin título


A Nemo


La noche se repite

el día se reinventa.

¿Por qué, pués, mis pasos

diurnos son iguales

y tan distinta cada huella?


Sin cómo, en la hora apagada,

el día se reinventa,

la noche no concluye.


Y entre campanadas cae la frontera,

se iza un sueño:

estamos en guerra la ceniza y yo.


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Víktor Gómez (Taller de invidentes, 20 de noviembre del 2007)

4 comentarios:

Velocet dijo...

Taller de invidentes pero con gafas para ver de noche :)

Me ha gustado.

Un abrazo, compa judoka ^^

Víktor Gómez Valentinos dijo...

- 'Sensei Rei'-, Velocet San.

Gracias, compa. Te se muy generoso conmigo y de corazón que te lo agradezco.

Tu Viktor

Sergio dijo...

El sueño es tan real, y somos tanta ceniza como de la pisada su huella. Emotivo poema, de poeta en búsqueda. Gracias. Salud y un abrazo

Anónimo dijo...
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