viernes, 8 de febrero de 2008

Tertulia en Primado

Hola! Incluyo una síntesis de lo que se dijo ayer en la presentación del libro La (re)conquista de la realidad para los que no pudieron asistir. Los comentarios, el debate y las explicaciones fueron muy edificantes. Gracias desde aquí a Enrique Falcón, Matías Escalera, Laura Giordani, Arturo Borra, Antonio Martínez, Viktor Gómez... y todos los presentes. Gracias también a Miguel por hacer posible la reunión en su librería. Lo que expongo es un entrelazado de las notas que tomamos Mark y yo a partir de algunos de los comentarios que se hicieron.


Matías Escalera explicó que el eje sobre el que giran todos los ensayos del libro es el de la ocultación de lo real en la literatura. “El realismo hoy es una estrategia fundamental de ocultación de la realidad”. O lo que es lo mismo, en la literatura de hoy no se nombran los aspectos implícitos a la realidad que nos rodea y, por ello, no se pueden analizar conscientemente. El ejemplo es el tabú que se ha creado alrededor del propio sistema: no se puede decir abiertamente ¡capitalismo! sin que no descalifiquen tus palabras.

Plantear debate es esencial, y ni el silencio ni el insulto son las vías oportunas para hacerlo. El silencio es el no-nombrar literal y el temer a los nombres propios, lo que impide alzar la voz y criticar la realidad existente. El insulto, por su parte, evita la metáfora, provoca un conflicto sin debate. Los libros deben plantear conflicto, ser como “un golpe encima de la mesa”, pero sin caer en un insulto vacuo.

Al silencio y al insulto se une el miedo, y frente a ellos está la metáfora. Hacer de la vida una metáfora es pensar que hay algo más, vivir sin el miedo a un posible empeoramiento de las cosas. Ese miedo es complaciente con el sistema capitalista en el que vivimos: el miedo hace que te preocupes más de no empeorar que de mejorar. Además, está aderezado con el extendido pensamiento capitalista de la acción-consecuencia. Si no se presupone de antemano una consecuencia o gratificación a partir de una determinada acción, no se actúa. Todo junto, constituye un poderoso narcotizante frente la realidad.

Por eso la literatura debe, mediante la metáfora, denunciar la realidad no visible y dar pie a un cambio. Un cambio que suponga la lucha contra la propia metáfora del capitalismo, que es la de que el mejor mundo posible es la democracia en la que vivimos. Anular la ilusión de un cambio, de ese algo más, supone que sólo se tuviera en cuenta la pura realidad. Y la realidad da miedo. Da miedo cambiar, perder la propiedad: los bienes materiales que, al fin y al cabo, son lo único que prevalece en la lógica de la sociedad de la acumulación.


La apuesta de una literatura que reconquiste la realidad desmembrándola, que no renuncie al Referente y que no tema a las consecuencias es muy necesaria.


"Debería inquietarnos lo altamente inofensiva que resulta poesía actual" (Quique Falcón)

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Antención : este blog está siendo monitorizado

razón: incitación subversión, desborde creativo temporal, novedad, palabras.

vaya día señor@s
:-)

Anónimo dijo...

eres un sol.

gracias mayka.

q generación nos espera con gente al frente como vosotros?

lu.

Anónimo dijo...

(n)osotros :-)

Anónimo dijo...

Creo que lo de ayer, aunque éramos pocos fue un acto que trascendió a la mera presentación de un libro ya de por sí muy interesante, sin desperdicio, esclarecedor y para muestra la actividad vertiginosa de este blog, enhorabuena a Mayka por las notas que seguro difunden y bosquejan la altura del debate y lo esencial de los temas tratados y que ademas nos carguemos de razones para poner en marcha redes y espacios de dialógo y lucidez; que razón tiene la visionaria de Lu: hay futuro, hay esperanza con gente como vosotros.
Félix Menkar

Víktor Gómez Valentinos dijo...

Habrá otro día,
vendrá otra asamblea,
será otra la voz
pero siempre la misma
es esa sed y escucha
que reside en tí,
compañera,
que emerge de tí,
compañero
y la la no muerta
mañana del abril.
Esa primavera de Praga
que viene siglos
sucediendo y sucediendose.

Un abrazo a todas/os
y su beset correspondiente.

(Fue un placer escucharos a todas y todos).

Viktor