viernes, 28 de marzo de 2008

Luces que guían
todavía sin cables

quedan retos del fuego al bosque
como cielo que manchar

agua sin embotellar y una valla
en la que no cabe toda la Tierra

sabes aún así que en esta selva
el aire que respiras
no es natural

5 comentarios:

Víktor Gómez Valentinos dijo...

Equilibrio, razón, sencillez y un cierre que reordena y expone
lo que es importante
con claridad.

Buen texto, compa. Qué difícil es la sencillez y cuán suficiente.

Un abrazo,

Viktor

Zwanzig dijo...

la contraposición entre lo natural y lo artificial, hoy por hoy debería estudiarse más.

Más que nada para que dentro de 4 días no cedamos cuando lo artificial sea más "rentable" que nosotros mismos en todos y cada uno de los porvernires.

En este no ceder hay una mujer bajita en su mismo centro: la poesía. O almenos la poesía como tu (y otros de los que leemos esto)la entendemos.

Víktor Gómez Valentinos dijo...

Rerum natura.

Algunas veces, lo natural aún no tiene nombre.

Viene, fresco, derramándose como este poema.

Y dice, con rumor de rama,
del frágil
y necesario ámbito,
del complejo
e inexplorado universo
que denuncia
esta incontinencia
humana de generar
basura
hasta en el habla.

Buen poema, Maika. Lo he releído con el aporte del preclaro Mark.

Y opino como antes, y aún más, que es muy difícil decirlo claro, y que ese decir sea suficiente.
Lo llamamos poesía, si.
Y es un animalillo amenazado.

Cuídale también.

Tu Viktor

Mayka dijo...

Sí, habéis dado en el clavo. La clave del poema es la palabra "natural". Creo que es muy necesario establecer, como dice Mark, una división clara entre lo que es natural y lo que no -o lo que es un binomio de cultura y naturaleza-. El problema, creo yo, es que esto es muy muy dificil. Las instituciones -política, mediática o religiosa- intentan por todos los medios "naturalizarse". Es decir, legitimar su existencia. Véase la concepción que se toma de la democracia de partidos como único sistema democrático posible o la catalogación de los medios "de comunicación" como indispensables en una sociedad democrática. Por no hablar de la jerarquía católica, que -esta sí que sin miramientos- utiliza el término "anti-natural" para referirse a lo que su educación no abarca. Posiblemente es "incontinencia humana de generar basura hasta en el habla" (estos versos me encantan, Víktor), pero creo que las instituciones saben muy bien lo que generan con sus discursos. Lo que quería decir con "el aire que respiras no es natural es precisamente eso: que las fronteras entre "lo natural" y lo "naturalizado" son cada vez más difusas. Y de una forma sencilla, como remarca Víctor.

Me hace mucha ilusión provocar reflexión con mi poesía. Gracias a los dos :)

Besotes!

Velocet dijo...

El corazón de todo lo que nos rodea es, cada día que pasa, más mecánico. Respirar las fórmulas de un gesto o una mirada es hoy más natural que ayer.

Y aquí, al menos, están nuestros esfuerzos.

Nice :)