Hay perros
que mueren de la muerte de su amo
cuerpos que no hacen el amor,
hacen el miedo
que no se agitan,
tiemblan.
Y hay hombres
en los que muere dios
como una gota de lacre
sobre el pecho
de un torso de mármol,
son los que lloran cuando creen
estar hablando,
o gritan soñando, pero al alba
olvidan el grito
con que encendieron la noche.
Hay hombres en los que gime dios
por no encontrar un hombre
donde morir de carne,
pero no llora como quien lo hace
solo,
llora como quien llora abrazado a un niño.
Hugo Múgica
1 comentario:
Has escogido un buen poema de Mugica Víktor, sólo he leído un par de poemas de él, pero buscaré más cositas suyas.Gracias por la reseña.
Entre todos le dais mucha vidilla al blog.
Buen domingo Víktor
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