Naufragio en los bares. Reflexiones y participación

Pasados ya unos días del recital “Naufragio en los bares” y tiempo para sedimentar, propongo a los que acudisteis, a los poetas y amigos, incluso a los lectores empáticos un ejercicio de valoración, de reflexión y crítica, un seguir el hilo que comenzó Lucia (gracias por compartir). Aportación de opiniones y sugerencias, sensaciones y comentarios, por ejemplo ¿os parece positivo el mestizaje mostrado, la diversidad de estilos, generaciones, poéticas?, ¿os pareció largo, corto, aburrido, evocador?, ¿sirven de algo estos actos? (aparte de para divulgar la poesía y vender sus libros que no es poco), ¿tiene algún papel, algún futuro la poesía en estos tiempos donde la imagen reina?, ¿creéis que se podría unir oralidad con música, escena, imagen, fotografía y plástica? y la más importante ¿cambia en algo nuestras vidas, la realidad que nos avasalla?. A mi me encantaría conocer vuestras opiniones; al fin y al cabo como dijo aquella estamos aquí para aprender y compartir. Y sin duda algo se remueve, se percibe otra vez tendencias y resistencia, ganas de que sucedan cosas en las tierras de Goliat (que diría David González).

Para mí, que reconozco que me cuesta masticar profundamente la mayor parte de la poesía que oigo, me llegó como un huracán David (pese a la absenta fue demoledor), me gustaron especialmente Ana Pérez Cañamares por su sensibilidad cotidiana, Félix Sevilla sorprendente, aportó humor e ironía, Uberto Stabile le puso color y sabor a sus poemas y Méndez Rubio la verdad es muy bueno pero lo prefiero escrito. Los demás, también brillaron, nada desechable. Me pareció corto y ameno. Quizás demasiados aplausos y peloteo, pero como aquello parecía una especie de hermandad pues bueno, se puede obviar. En conclusión un éxito que se lo debemos a Gari, Lucia y Víctor, ¡¡que sigan liándola¡¡