Ellos tienen en su nombre
la fugacidad de una estrella,
y son, cuando la noche cierra su cremallera,
cálculos silenciosos,
versos tachados en un cielo de barro.
Hay un blues que no se oye,
Bluebird bluebird: please fly down south for me.
Y ocurre.
Hay niños que se tapan porque no se cuentan
y se mercadean, empaquetados los ojos
en miseria,
y, son entonces, desmemoria.
Yo sé, que de niño, tú
jugaste con metralletas de plástico.
Hay niños que tiene astillas calladas en la sien
que les lloran en silencio
y que desaparecen del olvido.
Hay veredas que no florecen,
hay niños que no crecen
porque allí, alguien los bautizó como
daños colaterales.
6 comentarios:
Me encanta sobre todo cómo cierras el poema, el paso del lenguaje retórico al frío diplomático de "daños colaterales". Menos mal que todavía quedan formas de desguazar los eufemismos!
Un saludo :)
Lo siento, no estoy de acuerdo, Mayka.
Me pareció un poema devastador hasta que llegué al final. Demasiado evidente, demasiado "facilón" -si se me permite la expresión-.
He querido hacerte este comemtario porque me parece un gran poema. Revísalo dentro de un mes, en el frío de la la página sosegada, y busca (encuentra) otro final. Un final contundente, pero menos evidente.
Es mi opinión y, como todas, es valorable y probablemente errónea.
Un abrazo.
Jesús Ge.
A mi me parece un poema malísimo. Menuda chusma la de esta página.
Nido de niñatos sinsentido que creen que podrán cambiar el mundo escribiendo estas gilipollces.
A Maika y a Jesús gracias por vuestras opiniones, siempre sirven de ayuda y son de agradecer.
Al anónimo gracias también por tu opinión, pero si crees que la página es tan mala no sé porque la visitas tan a menudo.
Y además no entiendo porque criticas a todos sin conocerlos y, en fin, no voy a perder más tiempo con cosas que me parecen tan absurdas como tu propio comentario.
Quizás tengas razón Jesús, pero si de verdad queremos ser coherentes dejémosnos de eufemismos y en vez de romper el lenguaje quememos las fábricas de las bombas de racimo...
Hay muchos tipos de lectores y es una paradoja NORMALIZAR COMO SE DEBEN ROMPER LAS NORMAS.
Yo nunca me atrevo a decir si un poema es bueno o malo simplemente me llega con + o - intensidad o no me dice nada.
Los poemas de Jenni son sacudidas para despertar.
Anónimo: ¡Qué sabiduría la tuya!
Ataraxia: El lenguaje está ahí porque dice cosas. Si escribimos poesía es porque, efectivamente, creemos que puede hacer algo. Es imprescindiblemente inútil. Y sí, de vez en cuando, hay que ser autocríticos y decir: este poema es malo, o no me ha gustado, o este aspecto -a mi juicio- deberías cambiarlo. Sin acritud, con humildad, pero sinceros.
Un abrazo a todos. Al Anónimo, también, que por lo que veo lee más este blog que yo.
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