martes, 22 de julio de 2008

A Nemo

Toro Manso.

Te contestaré sin bruma

Guerrero noble emergido en silencio.

Te buscaré en las rampas del miedo,

En el álamo de tu sembrado,

En este goteo incesante que es el tiempo.

Uno son mil palabras,

Algunos hechos y un poco

De nada que ahora existe.

Siéntete fuerte en el refugio de ti mismo,

En la armadura cárnica que encierra tu coraza,

En el lastre descalzo de las sandalias

Que es tu valiente caminar.

Siéntete fuerte y hombre

Y danos hoy nuestra ración de cada día,

Tu hachazo de razón,

Tus ojos de toro manso,

Tu mano tendida.

Sólo me queda reemplazarte a la arena,

Guerrero,

En este pozo maldito que es tu cielo.

2 comentarios:

Sergio dijo...

Gracias hermano, por este toro manso, de lo más bonito que he leido. Gracias

Víktor Gómez Valentinos dijo...

Javi:

Es la hímnica, una poesía difícil. Cuando se logra, séase el caso, porque identifica que no desvirtua, al receptor del canto, se universalizan valores y se señalan caminos que nos hacen a todos más humildes y más hermanos.

Gracias, compa.

Viktor