martes, 12 de agosto de 2008

No voy a esforzarme en que mi voz sea algo más que eso:
Una voz
Me resisto a coronarme con nada más que el cielo sobre la cabeza
Del diván no salen más imágenes triunfantes o huecas
El ego se diluye entre la espuma y las rocas
Como cosas del infinito océano
Como un todo que es lo mismo
Yo no soy un nadador que busca otro oro
Más bien un naufrago entre la marea que respira a pulmón
Que inspira vida
Que expira muerte
El ciclo de la apoptosis ininterrumpida

La percepción es el mundo
Tú no estás en el mundo
Tú, eres el mundo
Y el mundo está en ti
El universo es un espejo de la conciencia
Cada suceso de tu vida refleja quién eres
Y la conciencia
Se expande en sí misma
Como un mecanismo mediante el cual puede el universo tener conciencia de sí mismo
Voy blandiendo el pegamento del mundo
No ansío el fervor frío del elogio de reojo
Tampoco quería hacer un poema

5 comentarios:

Javier Uve dijo...

Una voz a la que tengo mucho aprecio, una voz que necesito.

Jesús Ge dijo...

Interesante poema.
Saludos.

Javier López dijo...

Enoooorme, que grande Nemo, que grande.


Javi López

Anónimo dijo...

es entre tus textos donde yo disfruto y pienso
Un saludo enorme

Elena D.C.A. dijo...

"no ansio el fervor frio del elogio de reojo"
SIIIIIIIIIIII, te siento desde el lejano oriente, estoy de acuerdo en todo, creo que esta atmosfera espiritual japonesa me esta cambiando... mil besos!