Nada ocurre. Y ése es el milagro. Las uvas en la mesa. Comenzado el año
no esperas
al beso, comenzada la noche a brillar sin muros,
cabizbaja la estatua, dóciles los comensales, ausente
la estatura que equilibra mi baja expectativa de sol
- nada ocurre - se enfría en las espaldas esa carga de solitarios
Parece increíble.
No tiene quien se detenga;
así, ver cómo desaparece
perpetua nuestra dislocada verbigracia: mudos concertamos
con la noche un signo afilado
sobre nuestros prematuros huesos al aire.
Víktor Gómez
Elogio de la noche, octub-2008
16 comentarios:
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gracias.
buena semana,
Víktor
Joder, Viktor, qué bien...Éste poema y uno tuyo anterior un poco más largo de los que has dado en agrupar como "elogio de la noche" son de una profunda hermosura.
Joder, Viktor, qué bien...Éste poema y uno tuyo anterior un poco más largo de los que has dado en agrupar como "elogio de la noche" son de una profunda hermosura.
gracias, Adolfo.
Quisiera y no sé. Estoy buscando, aprendiendo desde un desaprender.
Ojalá avance. No sé.
gracias por tu lectura y ánimos. Esta casi todo por hacer.
Un abrazo
Víktor
"Quisiera y no sé. Estoy buscando, aprendiendo desde un desaprender".
¡La de cosas que se encuentran de ese modo!
Un abrazo.
Me hubiera gustado decirlo a mí. No encuentro mayor elogio.
Me identifico mucho con el fondo y con la forma, hermano.
Podía ser un diálogo con LA CIUDAD Y LOS DIAS. Un diálogo con el hermano mayor (que soy yo).
abrazo.
Jesús, graaaaaaaacias, canalla.
Es cierto, es cierto que mamamos y absorvemos de los nuestros, de lo que amamos, de su empática involuntaria, de su no premeditada afinidad. No lo había ni supuesto ni pensado, pero lo releo dentro de "La Ciudad y los días" y se entiende un diálogo, un fraterno con/versar.
Así pues la gracia de tu escritura se alia con el buceo y balbuceo de mi impronta.
Un beso, hermano.
Víctor
Ahora, al releer los comentarios me he dado cuenta que lo he escrito mal. Quería decir que el hermano mayor eras tú. Yo, el pequeñajo, el aparecido a última hora, el que se alimenta de la experiencia ya vivida, de los derechos ya adquiridos, de la picardía y sabiduría del hermano mayor (que eres tú, no por edad sino por recorrido).
(¿Para cuándo algo juntos?)
Jesús:
Para cuando tu puedas y propongas. por mi, ya.
En cuanto a nuestra hermandad bien entendida, podríamos ser siameses, que cada uno vivió en una ciudad y con un entorno hasta reencontrarse en el ahora.
Anímate y hacemos algo juntos. ¿podría ser para lovenes?
¿qué podría ser?
propon algo, compa.
Un abrazote
Tu Víktor
Entre siameses (hermanos) y ese uno de enero, me quedo con la palabra y sus dientes de leche. Algo se agota cuando otro mama hasta la última forma de energía. Así nacer es terminar, pasar a no ser eternos amnióticos: Habrá que conquistar otras certezas, prueba y error que Jesús y yo (los pequeños) apreciamos.
Un poemario que llega con la cadencia habitual de las estaciones. Bien hecho compi.
Julio
Julius:
me subyugas. no sé que decir, bueno o afilado.
Un abrazo más, compa.
Tu Víktor
Julio:
¿Qué has querido decir con "ese uno de enero"? ¿Sabes que es el día en que nací? ¿Jugabas con información privilegiada? o es otra de esas afinidades inesperadas.
¡Qué mecanismo maneja este mundo de poetas y miradores!
De lo mejor de lo mejor que te he leído ultimamente y veo que coincidimos unos pocos, que ya son muchos.
Ha tenido su eco, al tiempo.
Lo leí el mismo 7. Tú, sigue elogiando así.
Ana:
Si puedo seguir, seguiré.
Pudiera no haber tenido eco, no hubiese sido esa la clave para elogiar la noche. Ambos lo sabemos.
Me alegra que te empape esta nocturna escaramuza.
Un beset
Tu Víktor
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