El señor B espera el tren de las 8:09 todas las mañanas.
Antes, quince minutos antes, se despidió de una mujer, dentro de un coche, con un beso añejo revestido de telarañas.
A las 8:03 el señor B se fuma el cigarro prohibido y enmascara de su aliento las estampas más rancias de una relación interminable.
A la llegada del tren y ante el peligro del silencio, el señor B tambalea el cuerpo y se adelanta.
Seguramente convenga el señor B que es costumbre de estos tiempos buscar el intento desesperado de inquirir un orificio libre de rostros y palabras.
Ya no sirve sentarse solo en el viaje, sino buscar el recoveco desierto entre las dunas de pieles marchitas y rostros nacientes en el oráculo, pues al señor B le incomoda sentirse observado en el marasmo. También le incomoda levantar la vista y toparse con el cegador universo de cosmogonías que lo observan y descomponen.
Quizás recuerde la vieja frase: - No hables con desconocidos.
Cuando llega a su destino el señor B saca el móvil del bolsillo y balbucea: - Ya llegué cariño.
Justo en la boca del metro, el señor B, se roza con una mujer rubia a la que da un apretón de culo y besa apasionadamente, esta vez con un beso menos cadavérico y que habla más de novedad y apoteosis.
Porque entre esta generación, no de tipos sino de masas, ya no le importa que será del prójimo. Invadido de un egoísmo irrefutable escucha los sucios ardides de la transmutación y le susurra al oído: -Qué buena estás cariño, pasé la noche soñando con un buen rincón para joderte.
sábado, 6 de octubre de 2007
Historias del señor B: La transmutación
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5 comentarios:
Si la mujer se entera de lo que el señor B hace estará jodido!
Entonces, no se lo digas.
Yo me lo imaginé más atractivo...y engominado hasta la médula
Estos trenes de la Safor guardan muchas sorpresas...
El señor B sube a un tren de la Safor.Jenni sube a un tren de la Safor,dándome pistas para encontrate.El destino nos espera a los dos,seguro! No te preocupes no seré celoso
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