sábado, 6 de octubre de 2007

Historias del señor B: La transmutación




El señor B espera el tren de las 8:09 todas las mañanas.
Antes, quince minutos antes, se despidió de una mujer, dentro de un coche, con un beso añejo revestido de telarañas.
A las 8:03 el señor B se fuma el cigarro prohibido y enmascara de su aliento las estampas más rancias de una relación interminable.
A la llegada del tren y ante el peligro del silencio, el señor B tambalea el cuerpo y se adelanta.
Seguramente convenga el señor B que es costumbre de estos tiempos buscar el intento desesperado de inquirir un orificio libre de rostros y palabras.
Ya no sirve sentarse solo en el viaje, sino buscar el recoveco desierto entre las dunas de pieles marchitas y rostros nacientes en el oráculo, pues al señor B le incomoda sentirse observado en el marasmo. También le incomoda levantar la vista y toparse con el cegador universo de cosmogonías que lo observan y descomponen.
Quizás recuerde la vieja frase: - No hables con desconocidos.
Cuando llega a su destino el señor B saca el móvil del bolsillo y balbucea: - Ya llegué cariño.
Justo en la boca del metro, el señor B, se roza con una mujer rubia a la que da un apretón de culo y besa apasionadamente, esta vez con un beso menos cadavérico y que habla más de novedad y apoteosis.
Porque entre esta generación, no de tipos sino de masas, ya no le importa que será del prójimo. Invadido de un egoísmo irrefutable escucha los sucios ardides de la transmutación y le susurra al oído: -Qué buena estás cariño, pasé la noche soñando con un buen rincón para joderte.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Si la mujer se entera de lo que el señor B hace estará jodido!

Poesia dijo...

Entonces, no se lo digas.

Anónimo dijo...

Yo me lo imaginé más atractivo...y engominado hasta la médula

Sergio dijo...

Estos trenes de la Safor guardan muchas sorpresas...

Anónimo dijo...

El señor B sube a un tren de la Safor.Jenni sube a un tren de la Safor,dándome pistas para encontrate.El destino nos espera a los dos,seguro! No te preocupes no seré celoso