miércoles, 16 de enero de 2008

Ayer un niño que reía
Me zafó de una pena quieta que llevaba
Hoy a un niño que lloraba preguntas
Lanzado a la vorágine de entender
Peso y más peso de pensar
Le libré
Con la sonrisa de ayer
Jamás quieta
Que nunca será de un tiempo
Ni tampoco
Es
Del todo mía

1 comentario:

Víktor Gómez Valentinos dijo...

Porque la pena, cuando es de un árbol común, cuando es bosque y no rama, es pena que duele, aún extirpado el corazón, aún quemada la madera muerta en el suelo de la sinrazón.

Buen poema,Capi.


Tu Viktor