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Uno, que empieza ya a ser un sicario de la tristeza, que baja a la sombra de los edificios para caminar disimuladamente a ninguna parte, aún se pregunta, cuando el semáforo está en rojo para los peatones cómo es que aquel Mercedes Benz que circula por la calle cuesta 70.000 euros.
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¿Y qué cuesta un Whopper?
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Así, sin más, se enciende el semáforo para la turba que camina revuelta y con prisas. Así, sin menos, les observo sin aparente interés, viendome multiplicado en un millar de yoes que no tendrán nunca un lujoso trofeo que exhibir ni tan poco tanta desgracia como para dar pena a nadie.
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Ahí,
en ese terreno sin banderas,
estamos.
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¿Cómo no,
cómo no iba yo a ser prolongación invisible de un aire sin brújula,
de un aire indiferente,
leve, casi imperceptible,
que se pega
a la pared
de un rascacielos para ser con su sombra lo que no precisa verse?.
Víktor Gómez
10 comentarios:
GRANDE
Me parecen unas reflexiones magnñificas con un ritmo que te va llevando de un lado para otro, al ritmo de la ciudad.
Sí, grande.
Besos!
Lu.
Ni arriba ni abajo: DENTRO.
Y construir desde ahí :)
Magnificador:
Entiendo ahora lo del homónimo. Y si, grande es tu generosa lectura.
Gracias,
Viktor
LU:
No me había dado cuenta del ritmo hasta que tus ojos me lo releyeron. Tomo nota. Se aprende mucho con los ojos ajenos.
Un beset,
Viktor
Velocet:
tu visita y lectura es un premio, compa.
Graaacias,
Viktor
Viktor yo siempre he creído que, muchas veces, tener la capacidad de ser invisible es una MUY buena opción. Me han gustado tus palabras.
Un abrazo
Jenni:
Ser invisible porque no te ven, porque no eres de interés es una cuestión y hacerse invisible para que no te vean, para obrar moralmente sin consecuencias, como la versión moderna en cine de "El hombre invisible" de H.G. Wells es otra muy distinta. Y entre una y otra, quizá...
Gracias por tu lectura, amigacha.
Tu Viktor
Ajá! Me refería a ser invisible dentro de ese macrocosmos que describes,encasillado entre mercedes y whoper,es una buena opción...no crees?
Un abrazo fuerte
Jenni:
Si, eso es, creo también yo, el quid de la cuestión. Ser en ese caótico macrocósmos urbano invisible entre tanto horror visible...
Un beset,
Viktor
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