viernes, 4 de enero de 2008

Sobre esa discusión de la llamada "poesía social"

METIENDO LA NARICITA EN EL BLOG DE VÍKTOR GÓMEZ ME HE TOPADO CON ESTO PRONUNCIADO POR GAMONEDA:

Pero el individuo y, por tanto, el poeta, se realiza en la colectividad. Por esta indefectible circunstancia, toda poesía, aun siendo "irremediablemente subjetiva" (nos lo dice Sartre), es también siempre, en su significación última, poesía social. Puede o no llevar consigo convicciones ideológicas. Ante los poderes injustos, en los poetas de origen acomodado podrá darse la ideología solidaria; en los que se reconocen en la pobreza, será una manifestación de su vida desafortunada. Dicho más brevemente: hablar desde el interior de la pobreza no es lo mismo que solidarizarse con la pobreza. Ellos, los solidarios, pueden, por las causas ideológicas que digo, encontrar necesario manifestarse realistas y críticos, pero lo hacen -no sé si se dan cuenta- con el mismo lenguaje "normalizado" que adoptan los poderes injustos. Insensiblemente, se asimilan a tales poderes.

Es frecuente también la aparición de la ironía en aquellos cuya cultura no ha sido configurada por la pobreza. En nosotros ("los de la pobreza", los que nos hemos acercado al conocimiento de forma intuitiva y solitaria y los que, advertida o inadvertidamente, se han identificado con nosotros) la subjetivación radical y el patetismo resultarán naturales, y nuestro lenguaje no estará "normalizado" porque, aun amando la paz, el nuestro será un lenguaje poética y semánticamente subversivo. El sufrimiento de causa social es nuestro sufrimiento, y penetra, en modo imprevisible, nuestra conciencia lingüística.

Quiero dejar dicho que si Don Miguel de Cervantes resucitase o aún permaneciese físicamente vivo (¡qué disparate, por mi parte, cerrar este parlamento con tales fantasías!), estaría, pensativamente, cerca de nosotros.

He terminado con mis reiteraciones. He puesto cierta intención en acumularlas. Perdónenme.

Muchas gracias.
ANTONIO GAMONEDA
Discurso en el acto de entrega del Premio Cervantes 2007

4 comentarios:

Luciérnaga dijo...

Por cierto Víktor, no sabía que Agustín García Calvo además de ser lingüísta, ERA POETA!!

Qué sorpresa más grata!!! lo nombran mucho por aquí, pero no sabía que también se movía por ahí!!!

:)

Madre mía, esta noche va a ser muy larga... estoy venga a compartir pensamientos con el dolmen.

lo siento por ponerme tan pesada!!

- ¿Y tú que eres, poeta social, o poeta estético?

- ¿yo? poeta.

Sergio dijo...

Mira que hemos hablado de esto, verdad?
Yo siempre pensé que no hay nadie que pueda ser social, todo acto de comunicación es social, cualquier producto humano tiene implicaciones sociales. Es cierto que tal vez, se adorne de tintes estéticos tan subjetivos que no cuestionen o que no pronuncien un modelo, pero hasta leer es un acto social. Y ser legible, por muy de habitación oscura que vengan las imágenes, es algo también social.
Así que, por mucho que se diga, SOMOS TODOS SOCIALES.
La mera acción de realizar una intención, es social. Vamos si hasta pensar es algo social, no somos capaces de pensar nada nuevo del todo (pimiento gorgojeante incluido).
Un abrazo, gracias y mucha Salud

Anónimo dijo...

Gostei muito desse post e seu blog é muito interessante, vou passar por aqui sempre =) Depois dá uma passada lá no meu site, que é sobre o CresceNet, espero que goste. O endereço dele é http://www.provedorcrescenet.com . Um abraço.

Víktor Gómez Valentinos dijo...

Sergio, LU, compas, éste decir que se erige de simple existencia, a memoria y después a tallada palabra sustancial, siempre es huella de un tiempo y una sociedad. Cuando el "yo" es imán de letras, cuando se entiende por "experiencia poética" una personal vivencia mitificada, sencillamente se está constatando la fuerza del individualismo en un momento dado y en una tribu (tribus del sistema de mercado) concreta. Cuando se escribe con tinta espiritual o social o esteta se deriva a otras prototípicas formas de ser social. Pero conforme a lo biendicho por nuestro Capitan, toda palabra es social y todo decir es acción, acción moral. Hay quien el quid de su moral es solventar su melancolía y deseo, hay quien salvar al mundo terrenal, hay quien conquistar la eternidad, hay quien descubrir la esencia metafísica del ser. ¡Qué se yo!.

Gamoneda ha vivido la crudeza y el desamparo, la clandestinidad, la exclusión, el nomadeo del autoaprendizaje y la insolvencia de una soledad impuesta y en resistencia con las falaces fauces vociferantes de una democracia de cartón y papel couche. No extraña ni que Garcia Montero y sus compinches le ningunearan durante años, ni que él escribiese al margen de generaciones, tendencias y agrupaciones intelectuales.

Admiro profundamente a ese distinto, a ese otro que es Antonio. Yo vengo de otra experiencia. Eso no me impide admirarle y leerle con pasión. Aunque para hundirse en sus letras y hacer líquen y luz y materia en temblor habría que vivir de alguna manera esa marginalidad involuntaria, esa vida amante de la vida y a su vez relegada a los márgenes del gozo, de la paz.

En fin, una opinión más para avivar ese debate inconcluso sobre el arte y el aparte que es ser poeta. Aparte de tantas reconocibles significaciones culturales del presente (sea éste o sea el presente de cualquier otra época)y a su vez tan sensible a lo más intimamente humano:

El desamparo y la urgencia de la compasión.

El amor y la precariedad temporal que lo destroza.

La Orfandad ineludible del principio y fin de nuestros días.

La sed de justicia en el desierto de la insolidaridad real.

El desafinado son que no nos acaba de reflejar y que no somos capaces de recomponer como la música ideal que dijera "éste soy".

y otros asuntos que vosotros sabéis mejor que yo y que compartimos en versos y reversos de nuestro balbucir diario.

Un abrazote,

Vuestro Viktor