domingo, 27 de enero de 2008

Y noches como ésta siento que jamás acabaré, que no puedo,que no sirvo.

Paréntesis entre el logos (la palabra) y el logos (la razón)


Y vuelve el frío en los riñones, el frío plata en la espalda. Los perros ladran y entonces te siento más lejos, cada vez más lejos, ahora, exactamente, a quince kilómetros.

Entonces me olvido de mi maldición, que no dista de la tuya o la de cualquier otro, y que se instala en los riñones con el color de la plata y que algunos llaman

soledad.

Me olvido mientras mis ojos lilas te buscan, pero tú duermes (se intercambiaron los papeles) y yo me fustigo por no ser perfecta

para ti.
Mi chaqueta marrón no consigue calentarme y los tiempos, todos, se sienten intangibles bajo mis pies porque para mí, entre ignorante y loca, no existe más que el presente, y el futuro en el que pretendemos vivir, es tan irreal como mi partida a Australia, o como saberte mío desde hace ya algunos meses y hasta un día que todavía no sé, porque tampoco existe.

Te imagino limpio durmiendo sobre tu cama, sobre la mía, arropado por mantas que no necesitas y que pusiste ahí

para mí,
para menguar el frío del que siempre me quejo. (Y entonces tú cierras la ventana y calientas el cuarto, con incienso, cerveza, mantas y abrazos. Sobre todo abrazos, desnudos, alapándote a mí como si no existiese otro modo de decirme tequiero, como si en cualquier momento el frío me fuera a deshacer y te fuera a dejar a ti
abrazado al aire.)

Te imagino limpio sobre el semen de esta tarde, iluminado por la luz del patio que se cuela por tu ventana

rota,

y que te vuelve loco a la hora de escribir poemas, porque es muy difícil expresar en un verso cómo
un tubo de luz atraviesa tu cuarto iluminando las motas de polvo, suaves, cálidas, que van cayendo al ritmo de una lluvia de estrellas, inspirándote, calentándote mientras piensas en mí.

Ya no dudo de sí me quieres, dudo de por qué me quieres.

Me pesa el frío en la espalda, en los pies, en los ojos. Me pesa el frío plata de los perros que ladran y que consigo escuchar porque estoy sola, porque tú duermes. Te siento tan lejos…Te has vuelto a alejar y ahora estás, exactamente, a quince kilómetros.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Me he encontrado un perrooo!!! es abrazable!! tanto q creo q me ha pasado pulgas. se llama rodrigo, se sienta, da la pata, es monísimo!! es una especie de colly con pastor alemán y tiene una oreja agachada. está en mi jardín porque me quiere y me después de darle agua me ha seguido. me ha enamorado y ya no he podido deshacerme de él. pero tengo otros dos perros así que... si no lleva chip...

se aceptan propuestas.

Ay rodrigo rodrigo!!!

Cucaracha homicida dijo...

Pero ese perro no te ha inspirado, aunque sea muy de refilón, textos como este. Así que me se de uno que se pasará la noche con una sonrisa triunfante.

dis is gut!

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