martes, 19 de febrero de 2008

Aire fresco

Congelado por el frío del mundo
El odio y el rencor se funden como la nieve
Quedarse quieto
Estarse en uno
La quietud transforma el movimiento del mundo

Espirar con toda energía hacia todo
Integrado en el calor de las cosas
Y volverse a parar
Y completar el ciclo
El límite es el penúltimo escalón del salto

Hasta la tierra
Respira
Una vez al año

Milenios de corazón helado que auguran
Ese mudo corazón que canta

3 comentarios:

Poesia dijo...

Quizás si valiese, si la quietud contagiase al mundo, lo hiciese moverse de otro modo...joo!!

Buen poema Compi!!!

Un beso enorme

Víktor Gómez Valentinos dijo...

Capitan, tu preocupación, el mensaje en la botella, la acción de la no acción, el diálogo constante con tu vecino, tu semejante, el lector anónimo o elcompañero de foro nos llevan siempre a dar un salto, a no quedarse en el poema o máxima, a buscar cómo hacer lo que se debe.


Y eso es lo suficiente.

Un abrazo

Viktor

Mayka dijo...

Pues sí, aunque parezca paradójico, la quietud total, la auto-exclusión, también va a contracorriente. No creo que seamos tan pocos los que intentamos cantar, aunque a veces desafinemos.

"Hasta la tierra
respira
una vez al año"

!!!