jueves, 7 de febrero de 2008

Malditas las veces que escuche,
nublado el cielo en Palestina,
apagarse una estrella,
y contaba, una menos…
hoy,
quizás quede eso,
un día menos.

1 comentario:

Víktor Gómez Valentinos dijo...

JENNI:

Me estoy aficionando a tus poemas, cómo antes al café y al leer en la playa.


Sergio Castillo hubiese releido este poema y contestado con alguno de los suyos de manera precisa y preciosa. Yo, impactado por su magistral sencillez, a la resta, como el propio (des)contar del texto-realidad, me sumo al silencio, al hueco, que dejan las estrellas cuando mueren, que dejan lo que amamos en su ausencia involuntaria.

Tu Víktor