lunes, 4 de febrero de 2008

Señor Joaquín

Trabajo en mi oficina
con rumores de
fuera que dicen:
hay quien es feliz
[para mi] es tarde,
demasiado, quizá noche.
Y ahora ya, sé
que hasta los huesos
solo calan los besos
que no has dado.

Entre la visión de luces
fugaces (que no estrellas)
mojadas de rutina y rutina
entre asfalto imagino
viajes de vuelta y
junto sobre el lienzo
azuloscuro atravesando
el cristal con mis delirios
el terso papel mojado:
...............Tus labios sobre los míos
tu mano en mi espalda
rasgando mis fantasias
en sueños agnósticos.

...................................................Apostato de la Ilusión
...................................................me reservo para lo nuestro
......................................................................................................luchar.
...................................................Lo nuestro.

Y sin embargo

Nunca me gustaron las copas

de champan francés.



Pd: vaya mierda de editor de textos para postear

6 comentarios:

Víktor Gómez Valentinos dijo...

Leo y desconozco el contexto. Así que recubro el poema con mi jornada de lunes. Y cae como una camisa justa. Se, que en el fondo, escrito está desde una ira que tiene alas de ermitaño y sed de palmeral.

Un abrazo

Tu Viktor

Mayka dijo...

No apostates de la ilusi�n, que para luchar se necesita mucha! :)

Zwanzig dijo...

contextos: varios.
Es (debería serlo) una de las cualidades de la poesía, leerte en el poema de otro.

la ira de apostatar de la ilusión, es quizá la Ira del nihilista pero es también la ira de la revuelta, del materialismo y de la realidad que impone mucho

Anónimo dijo...

Al leer el poema te imagino pintándola a ella, con colores oscuros, dibujando su espalda.

Y haces buena lucha, Mark, sépaslo.

Claro que no, las copas de champán francés a la mierda, mejor beber de botella!!!

por cierto, sí, una mierda lo del el editor!!

besos.

lu.

(a la q este cuatrimestre le van a percular y que ya se ha dejado dos.vivan los exámenes!!)

Cucaracha homicida dijo...

Tranquilo que allá por la cité de l'amour no os vais a tragar muchas botellas de esas, si os podeis pagar un café daros con un canto en los dientes.

O vended poesías así en el metro, igual os las cambian por acciones de la bolsa.

Sergio dijo...

Una buena fuente de inspiración es el Sabina. Los labios del pecado. salud