jueves, 13 de marzo de 2008

Un texto del TXE. Su blog nunca me defrauda, si a alguien le gusta, lo tenéis en los enlaces.

FRAGMENTO

Es una imagen en blanco y negro de un joven vestido con uniforme de soldado cogiendo por los brazos a una chica rubia de rostro angelical con el pelo recogido en un moño. Ella tiene los ojos húmedos y están uno enfrente del otro, muy cerca.
- Billie Joe –dice ella- por favor ten cuidado, ten mucho cuidado.
- No te preocupes Ann –dice él-, voy a defender a nuestro país y luego volveré para formar una familia junto a ti.
Él la besa y después ambos se funden en un abrazo. El plano también se funde en negro y aparece, junto con una música entre alegre y populachera, la imagen del joven soldado sentado en lo que parece ser una trinchera, escribiendo en un papel roñoso. Tiene algunas magulladuras en la cara y el uniforme no está tan reluciente como en la escena anterior.
- Ey, Billie Joe, - dice un soldado corpulento y bonachón- deja de escribir de una vez y ven con nosotros a beber un trago.
- No, gracias chicos, -dice Billie Joe- me uniré a vosotros en un rato.
- Ese soldado parece estar muy enamorado –dice otro más delgado en medio de una carcajada-, venga dejémosle con sus cartas de amor y vamos a por esas botellas –el resto también ríe.

Ellos se van a por esas botellas, yo dejo el vaso de ginebra y estiro el brazo para coger el mando a distancia que está sobre la mesa. Cambio de canal. Ahora Chuck Norris y una mujer de melena platino vestida de profesora de aeróbic me explican los beneficios del Abdominazer. Con solo diez minutos de ejercicio al día puedo conseguir un vientre plano y definido como el de los modelos sonrientes que aparecen ahora posando al borde de una piscina soleada.
- Es increíble -dice Chuck Norris.
- Y eso no es todo, Chuck –dice la profesora de gimnasia- lo realmente increíble es que si llaman ahora recibirán como regalo, completamente gratis, un video con los mejores ejercicios para mejorar nuestro abdomen. Y además este par de mancuernas para conseguir unos bíceps tonificados. Apago el televisor y me quedo sentado en la penumbra del salón. Me sirvo otro vaso de ginebra y enciendo un cigarrillo. Tras expulsar el humo de la primera calada, que se dispersa lentamente atravesado por la luz de la lámpara, pienso: lo increíble es que esto haya pasado. Lo realmente increíble es que te hayas ido y yo esté aquí tragando telebasura. Y que el Abdominazer pueda guardarse cómodamente debajo de la cama sin ocupar nada de espacio.

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