viernes, 11 de abril de 2008

todavía oye disparos

de la normalización entronada
sonrisas
y palabras fusiladas
-no lo aceptamos
recalcan autoritarios
los grises del alfabeto-

y recuerda
que con la mente en un puño transparente
...........................-sólo nos queda
............................nuestra cultura-
gritó:

malditos huérfanos de la calle
que revestís la división
con puentes y normas y fuentes

sólo yo
-y escribió con el dedo
en el vaho de su aliento-

sólo yo hablo
de la lengua que me define
.
.
.

2 comentarios:

Zwanzig dijo...

a diferencia de muchas de las instituciones de este mundo que absorben todo lo nuevo/hecho en la calle y lo "despueblan" convirtiéndolo en mercadeo; la lengua es uno de los pocos sitios donde la tradición se impone al ritmo frenético -Capital en el mundo de hoy.

No sé si en este caso es bueno.... lo dejaré para próximas tribulaciones :-)

Me gusta
--> quitaría la "y" justo delante de ..escribió

Víktor Gómez Valentinos dijo...

Cómo epílogo a lo que aprecio y disfruto del sinóptico Mark, solo:

El habla poética debería ser una defensa del ser, del ser de palabras, palabras veraces.

Un abrazote

Viktor