Unos extractos que me parecen necesarios, para ofender a los futboleros de grandes eventos (como yo mismo)
Aunque los deportes siguen teniendo mucho atractivo, incluso para los que viven en medios urbanos, hay síntomas claros de que va perdiendo interés el participar en ellos, en beneficio de las emociones pasivas del espectador. El grado en, que los profesionales están sustituyendo a los meros aficionados puede darnos una idea de la medida en que ha degenerado el deporte, como también nos lo indica la afición, cada vez mayor, que hay a las apuestas, la peor variante de la emoción deportiva, puesto que hace perder todas las simpatías desinteresadas por los méritos de la competición para concentrarlas en el factor irracional de la suerte, aliado a la codicia y la astucia. El equivalente a esta degradación del interés por el deporte es el patrioterismo en relación con la guerra. El patrioterismo es, simplemente, la voluptuosidad del espectador, sin elemento alguno de esfuerzo personal, riesgo o sacrificio, que se refocila con los peligros, sufrimientos y matanza de sus congéneres, a los que no conoce, pero cuya destrucción desea, movido por un odio y un deseo de venganza ciegos y artificialmente provocados. (…) es evidente que la vehemencia del patriotero, sólo espectador, es un factor de suma importancia en el imperialismo. La sensacional falsificación tanto de la guerra como de toda la política expansionista del imperialismo, necesaria para alimentar las pasiones del pueblo, no es la parte menos importante de la técnica de los organizadores reales de las hazañas imperialistas, ese pequeño grupo de políticos y hombres de negocios que saben lo que quieren y cómo conseguido(...)
El peligro más grave del imperialismo yace en la mentalidad de una nación que se ha acostumbrado a este engaño y que se ha vuelto incapaz de autocrítica. (…)Cuando una nación sucumbe a este mal, rechaza instintivamente y sin ninguna dificultad todas las críticas que le hagan otras naciones como producto de la envidia o la malevolencia; y cualquier crítica doméstica es atribuida al antipatriotismo(...)
Hay que olvidarse de los diagnósticos puramente sentimentales que explican las guerras y demás disparates nacionales como consecuencia de arrebatos de ira patriótica o de errores de los gobernantes(...)
«El volumen de producción ha ido ascendiendo continuamente gracias al perfeccionamiento de la maquinaria moderna. Los productos correspondientes se distribuyen por dos canales, uno que lleva la parte de la producción destinada al consumo de los trabajadores, y otro que transporta todo lo restante para los ricos. El canal de los trabajadores tiene el lecho de roca viva y no puede ensancharse, debido a que el competitivo sistema de salarios impide que éstos suban en proporción al aumento del rendimiento en el trabajo. (…)El canal que transporta los bienes destinados al suministro de los ricos se bifurca a su vez, en dos brazos. Un brazo lleva lo que los ricos “gastan” en sí mismos, para sus necesidades y lujos, y el otro brazo no hace sino recoger y conducir el agua que se desborda, los ahorros de los ricos. El brazo que conduce el gasto, es decir, lo que los ricos desperdician en lujos, puede ensancharse algo, pero como el número de los que son ricos de verdad para permitirse todos los caprichos es pequeño, nunca podrá agrandarse de manera considerable y, de todos modos, su caudal es tan desproporcionadamente inferior al del otro brazo, que en ningún caso puede haber muchas esperanzas de que la bifurcación mencionada sirva para evitar el desbordamiento del capital. Los ricos no tendrán nunca la imaginación suficiente para gastar lo necesario para evitar el exceso de producción.”
El imperialismo agresivo, que tan caro le resulta al contribuyente, que de tan poco sirve al fabricante y al comerciante, que tan lleno está de peligros para el ciudadano, es una fuente de abundantes ingresos para el inversor(...)
John A. Hobson, Estudio del imperialismo.
Pd: el dato clave es que fue escrito en 1902. Esto se ha dicho, y no solo por este hombre, muchas veces. Luego que no se diga globalización, tecnologia neoneoneo….
1 comentario:
Qué si, que estamos al borde de un precipicio y corremos con desatada avidez y corremos sin freno y corremos contrapelo y corremos histéricos y corremos sin sentido y el abismo es inagotable y nosotros corremos hacia él con inusitada y soberbia cabalgada. ¿Por qué?
¿Y nadie dirá: - ¡Alto! ?
¿O habrá que esperar al temblor del mundo? A cuando caigan por un agujero insondable 150.000.000 ...
Un abrazo, compa.
Tu viktor
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