Las aves rapaces sonreían
________________ ante los escaparates.
Caía su saliva sobre charcos de asfalto.
La nicotina les cegaba el deseo.
Los hijos de la pena
se abrochaban los insultos bajo el pantalón.
Los edificios dejaron de sudar.
Se cosieron bombas alrededor de sus cimientos.
Los abedules de la avenida cerraron sus persianas
ante el espanto de un nuevo día.
Tropezaban las margaritas en el proscenio
al saludar a la ovación monstruosa.
Y el conserje del dolor
mantuvo siempre la misma pregunta.
La pregunta que atormenta.
La pregunta que sofoca el fuego de la vida.
La pregunta que va derribando,
uno a uno, los pilares de la espera.
Todo esto pasó
la mañana del desahucio.
Jesús Ge
1 comentario:
Lo leí en tu blog y lo leo aquí.
Para no dejar no huella
y en en límite del dolor,
tu Viktor
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