Un joven jardinero persa dice a su príncipe:
-¡Sálvame! Encontré a la Muerte esta mañana. Me hizo un gesto de amenaza. Esta noche, por milagro, quisiera estar en Ispahan.
El bondadoso príncipe le presta sus caballos. Por la tarde, el príncipe encuentra a la Muerte y le pregunta:
-Esta mañana, ¿por qué hiciste a nuestro jardinero un gesto de amenaza?
-No fue un gesto de amenaza -le responde- sino un gesto de sorpresa. Pues lo veía lejos de Ispahan esta mañana y esta noche he de tomarlo en Ispahan.
JEAN COCTEAU
NO TE VAS
A Quique Martínez
No te has ido ni te vas
porque todo está impregnado de tu ausencia,
de tus ojos y tus ecos,
que resuenan y me abrazan con firmeza
cuando más lo necesito:
cada instante de esta búsqueda con sonda que no cesa
y que me abate
algunas veces.
No te vas.
Todavía es pronto.
Demasiado pronto, amigo.
Cuando la niebla de nuevo descienda
para quedarse
y ya nada tenga sentido
-sólo entonces-
partiremos.
No hay pasado sin olvido.
3 comentarios:
'No hay pasado sin olvido' me sugiere que habitamos un presente poblado de vivencias y espectativas de ayer, ahora y mañana.
Nuestra desaparición dejara el huecograma que otras vidas ocuparan sin dejar quizá rastro ni memoria de nuestro paso. Visto así, puede ser un descanso y también una turbación.
La memoria es uno de los principales asuntos que trazan y traban el habla.
Un poema para re-capacitar y re-pensar los afectos, prioridades y quehaceres.
Los que no están salvo en nuestra memoria, dejarán de ser cuando no les pensemos. Salvo que dejen signos en rotación sobre la gran pared del tiempo.
Un abrazo
Viktor
Solo el olvido hace que las cosas dejen de existir...y nosotros somos los protagonistas de ello...
Muy tierno.
Besos
Gracias por vuestro interés. Un saludo!
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