jueves, 6 de marzo de 2008

TEXTO PUBLICADO EN SU BLOG TSUREZUREZUREGUSA POR M, más en http://yoetc.blogspot.com/

En el metro venía junto a mí un muchacho que repetía minuciosamente cada sonido del tren. Los frenazos, el arranque del motor, el abrirse y cerrarse de las puertas. Imitaba la voz de los locutores que decían: "Próxima estación, Gran Vía. Correspondencia con línea..." y no se olvidaba siquiera del "Estación en curva. Tenga cuidado de no introducir el pie entre coche y andén". He pasado un rato dándole vueltas a su imagen, pensando, por deformación profesional, en convertirla en metáfora de algo, y se me han ocurrido unas cuantas, unas más resultonas que otras. Pero al cabo he pensado que la mayoría de las cosas del mundo son sin más, y ya está, y no pretenden ser ni son metáfora de nada.

1 comentario:

Víktor Gómez Valentinos dijo...

Me parece un texto atractivo. Y una propuesta casi acertada. Dejaré a un lado el buen desarrollo narrativo del microrrelato y me centraré en lo discordancia ontológica.

Bajo mi punto de vista, somos el animal simbólico y todo lo que no sea metaforizable tiene poco sentido. Las propias palabras, un color, el sonido de una campana son a través de la inteligencia humana mensajes y metamensajes, lenguajes y metalenguajes. Por supuesto que un tintineo puede ser sencillamente eso. Y por supuesto que un tren en movimiento es un tren en movimiento. Pero esa observación, valida, para mi es insuficiente como experiencia vital y trascendente. Un muerto de hambre es solo un muerto de hambre. pero también es un planeta maltratado hasta la extenuación, hasta el exterminio. Podría quedarme en la primera mirada, lo se. Y sería correcta, pero insuficiente para mi. Creo que el poeta en muchas circunstancias tiene una sensibilidad y agudeza en la mirada que le permite interpretar el mundo y anticiparse. Mira y no ve. Pero el no ver significa una alerta y el ver una desconfianza o una extrañeza.

Un árbol es un árbol. Pero también el equilibrio inmóvil de la suficiencia en la generosidad del entorno (sol, agua, tierra, lombrices, abonos, pájaros, hormigas) que como ecosistema le permite ser y sobrevivir y mantener su reproducción, hasta su consciencia.

En fin, que es bueno saber que "de la simple existencia" se puede intuir, presentir, balbucir, recrear lo invisible, lo inestrenado o lo que permanece y constantemente nos alerta, sobrecoje, sorprende, zarandea, reune o dispersa, enciende o acalla.

Aúnque disienta en parte del planteamiento que interpreto al texto, es buena escritura y ayuda a pensar, con el goce de unas buenas letras.

Un abrazo

Viktor

P.D.: revisar en arte los conceptos de inocencia/compromiso social y de simbolismo/realidad