Un exquisito lunar púrpura y una semilla sin mácula
La baba negra que colgaba de la negra boca y del sexo
Derrotaba sin más, sobre tus ojos
Mil ejércitos
Y después
Esa lástima plantada en tu vientre o más abajo
El estertor último del vampiro agazapado
Con el miedo del amanecer
Sin embargo ahora lo sé:
Desharía con mis uñas todo el amor que te hice.
3 comentarios:
¡oh si!
¡Saludos Angus! Me parece magnífico el último verso. Hay en todo el poema (y en algunos de los textos que te he leído) un lenguaje atractivo y peculiar, que parece surgir espontáneamente como la idea misma, aunque imagino que en realidad, detrás de todo existe un trabajo de selección y trenzado bastante acertado, desde mi punto vista.
Te sigo leyendo.
Es cierto. El último verso, ese cierre da sentido y fuerza a todo el texto.
Te sigo con interés, Angus. Tu poesía llega, suma, me remueve por dentro.
Un abrazo
Viktor
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